Una casita pequeña, pero agradable, donde disfrutar de unos días de descanso rodeados de un entorno maravilloso en un pequeño pueblo tranquilo y con unos alrededores estupendos para dar largos paseos o hacer rutas BTT.
La casa estaba impecable mirases por donde mirases. Nosotros somos una familia de 4 y aunque hay ciertos elementos, como cubertería que son un poco justos, lo cierto es que, para unos pocos días, y si no vas a cocinar demasiado, es suficiente. El único baño, es cómodo y con una ducha estupenda. La calefacción (que tuvimos que poner algún día) al igual que el agua caliente, funcionan a las mil maravillas. Cosa muy importante para nosotros, especialmente en momentos de duchas. Las habitaciones amplias y agradables, y la distribución del salón-cocina-comedor, la verdad es que resulta muy cómodo para este tipo de estancias.
Si hemos de poner alguna pega, se la pondríamos a la cama de matrimonio que no le vendría mal una renovación completa, tanto del colchón (hundido en el centro) como del somier (que suena mucho). Esto hace que, en el caso de dos adultos, el descanso no sea todo lo bueno que uno desearía.
De los dueños de la casa, Teresa y Miguel, solo puedo decir cosas buenas. Fueron todo lo amables que se puede ser. Atentos a cualquier necesidad que pudiésemos tener y con esos "pequeños" detalles que uno agradece tanto. Desde aquí he de darles de nuevo las gracias a ambos por estos días y por ser tan amables y buenas personas.