Una maravilla de sitio. Primero el lugar, que es precioso. Segundo, la limpieza y los detalles de la dueña, más allá de nada que pudiese imaginar. Una experiencia que vale la pena repetir, las 10 personas nos hemos quedado con la referencia para el futuro, sin duda ninguna.
Agradecer enormemente a Judith, la dueña, el trato y la atención recibidos.