Los anfitriones son encantadores, tuvieron un montón de detalles con nosotros. Nos hicieron un bizcocho, pudimos coger tomates en el huerto, todo genial. El apartamento super amplio y cómodo y la zona es preciosa. La piscina de sal, maravillosa. Si podemos, volveremos en el futuro con el bebé más mayor para que pueda ver las gallinas y vacas.