Para empezar nos dieron un código erróneo para entrar, por lo que tuvimos que llamar por teléfono a la 1:30 de la mañana esperando con las maletas fuera en la calle; eso sí, se solucionó sobre la marcha. El apartamento es muy mono, limpio y bien decorado, con todos los utensilios necesarios, pero no tiene dos habitaciones como se publicita, sino una sola habitación con cama doble, con una pequeña estancia adyacente con cama individual, separada por tres escalones y dos metros (sin puerta) de la anterior. Es decir, no hay dos habitaciones. Y tampoco hay camas para cuatro, ya que pusieron una mala y frágil cama plegable supletoria que se le cayeron muelles nada más desplegarla, que no pudimos usar, ya que no aguantaba ni a un niño de 37Kg. En la "estancia" individual no hay calefacción, se pasa frío de noche. La zona de comedor es estrecha, hay que rodar un sofá para poder pasar.