Las instalaciones son antiguas pero bien conservadas, lo único es que las paredes son de tabla roca y junto con la ventanas no aíslan el ruido de la calle, se escucha todo, es difícil descansar. La limpieza impecable pero un día nos pusieron una toalla rota. La cama muy cómoda, sábanas limpias, muy conveniente la zona, cerca de todo lo que quieras.