La casa en si es una pasada! Es muy grande, tiene de todo, estuvimos con niños, había juguetes, cuna para el bebé, batidor. Todos los detalles de la casa están cuidados y se nota porque no le falta de nada. La verdad es que estuvimos más que como en una casa de alquiler, como en casa propia, super a gusto. La propietaria es un encanto, muy atenta, nos atendió y recomendó sobre qué hacer y dónde ir en la zona. Desde luego, si esta casa fuese portátil me alojaría siempre en ella en cualquier otro lugar del mundo.